Hoy sólo existen las víctimas, hoy no existe Gallardón
El montaje victimista de Gallardón, incluido su calculado ataque de histeria judicializada contra mí, alcanzaría un gran éxito si hoy fuera objeto de una reprobación tumultuosa y tumultuaria, no digamos ya si su provocación consiguiera un par de capones para abrir los telediarios. Ante la provocación hay que responder con inteligencia, no como quiere el provocador sino como nos conviene a los provocados. Tenemos constancia de que algunos grupos de extrema izquierda y algún grupo de la extrema derecha permeado y manipulado por la Policía podrían intentar hoy deslegitimar la manifestación, la causa de las víctimas y de la dignidad nacional montando un numerito de agresión o de gran reprobación al alcalde de Madrid o a cualquier otro medio de Prisa. No hay que hacerles el juego. Hoy y siempre, una manifestación de la AVT es para lo que la ha convocado la AVT. Nada más. Y nada menos.
Zapatero está contra la pared y Polanco al descubierto. Las vacilaciones de Rajoy han permitido a Gallardón acariciar la idea de un partido maduro para caer en sus garras. Eso no sucederá. Pero no es hoy el día de demostrárselo. Tampoco de facilitar la enésima operación de desprestigio contra la AVT, el PP o la COPE. Al paso de Gallardón, ni un insulto, ni una injuria, sólo un silencio sepulcral y despectivo. Ya tendremos días para hablar largo y tendido de ese sujeto, de ese cáncer de la derecha española, de ese agente doble, de ese hijo político de Vellido Dolfos. El lunes, sin ir más lejos, desde las seis de la mañana. Pero hoy, no; hoy, el peor desprecio es no hacer aprecio. Gallardón no existe. Sólo existen las víctimas del terrorismo, España y nuestra libertad. A Gallardón ni caso.
Zapatero está contra la pared y Polanco al descubierto. Las vacilaciones de Rajoy han permitido a Gallardón acariciar la idea de un partido maduro para caer en sus garras. Eso no sucederá. Pero no es hoy el día de demostrárselo. Tampoco de facilitar la enésima operación de desprestigio contra la AVT, el PP o la COPE. Al paso de Gallardón, ni un insulto, ni una injuria, sólo un silencio sepulcral y despectivo. Ya tendremos días para hablar largo y tendido de ese sujeto, de ese cáncer de la derecha española, de ese agente doble, de ese hijo político de Vellido Dolfos. El lunes, sin ir más lejos, desde las seis de la mañana. Pero hoy, no; hoy, el peor desprecio es no hacer aprecio. Gallardón no existe. Sólo existen las víctimas del terrorismo, España y nuestra libertad. A Gallardón ni caso.
Articulo de opinion de Federico Jiménez Losantos publicado en: http://www.libertaddigital.com/
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