Al parecer, el mensajero permaneció durante varias horas en un polígono semiabandonado situado entre el Barrio de La Fortuna y el Parque de la Chopera, muy cerca de la calle Carmen Martín Gaite. En esta vía estaba situada la vivienda en la que los presuntos terroristas implicados en el 11-M se suicidaron, según datos oficiales, el 3 de abril de 2004. Los presuntos autores de la masacre activaron la dinamita que tenían adosada a sus cuerpos, cuando los Geo iban a entrar en la vivienda, matando también al agente Torronteras, según la versión oficial de aquella operación incluida en el Sumario judicial.
El hombre encargado de entregar este paquete, según declaró a la Policía, mientras esperaba a que fueran a recogerlo tuvo curiosidad y decidió abrir el envoltorio suponiendo que se trataría de droga. Al encontrarse con cinco kilos de Goma 2 ECO decidió llevarlo a la comisaría, donde quedó detenido.
Los agentes dieron parte de la situación y se realizaron estudios para tratar de localizar huellas dactilares que permitan averiguar su procedencia. Tras el hallazgo del explosivo los investigadores, que no descartan que fuera a ser utilizado en una atentado terrorista, dieron cuenta al juez de guardia de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, que es el mismo que instruye el sumario sobre el 11-M.